Convención Internacional Miami 1973

CONVENCIÓN INTERNACIONAL DE MIAMI (FLORIDA)

Banderín de la colección del PDG José María Sagone, lo que me confirma que él asistió, además figura su asistencia en su díptico de presentación como candidato a Gobernador.

LEONES ESPAÑOLES EN LA CONVENCION INTERNACIONAL DE MIAMI

Por Antonio Bueno Muñoz.

ENVIO.- Al compañero vice-gobernador Angel Ripollés Bautista, cuyas obligaciones profesionales le impidieron salir de su tierra canaria –que tampoco es ninguna tontería- para representarnos en este anhelado viaje.

PUESTA EN MARCHA DE LA EXPEDICION
Una grandiosa movilización leonística, como no podía imaginar siquiera quien esto escribe, ha constituido la 56 Convención Mundial de Clubs de Leones en Miami Beach. Sobre ella me place redactar, para recuerdo y testimonio, esta glosa o lo que sea, con la que de ningún modo quisiera poner a prueba la paciencia del lector. Y lo hago como simple testigo, sin que influya mi incurable manía de escribir, ya que aquello fue realmente para verlo y no para contarlo.

Imagínense si no una asamblea a la que asisten con sus entusiasmos nada menos que cuarenta y cinco mil asociados. Que sí, lector, no hay error: cuarenta y cinco mil. Una cifra que incita a la reflexión, pues no creo que tenga precedente mundial. El hecho es viable en este caso, porque el leonismo excede del millón de socios, quienes con sus acusadas acciones de servicio graciable a la comunidad, abren tan ancho y generoso campo a la esperanza en todo el orbe.

En una deslumbrante mañana de finales de junio, Barajas fue grato escenario de la salida del grupo de "leones" españoles que iban a volar a Miami. Lo componen 21 personas, con el gobernador electo, Juan Andrés Melián, a la cabeza, acompañado de su esposa, a igual que lo hacen las de los compañeros Pasqual y Ros, de Alicante; Montes, Molina y Bueno, de Málaga; Bautista y Rodríguez Conde, de San Miguel de la Palma. Como solteros, un tanto en comisión de servicio, van los Manolos: González y Jordán, de Lanzarote; Prol, de Benidorm y Sagone, de Madrid, quien lo hace en calidad de asesor técnico de la expedición.

Se desplazaron a Barajas para despedir a los expedicionarios nuestro pasado gobernador Simón Viñals y su esposa Ana María.

ADIOS AL SOLAR PATRIO
En la pista, frente al autocar del aeropuerto, un Boeing 707 de la Pan-Am. Tarjetas de embarque y nervios contenidos, porque aquello era como hacer el '”paseillo". Ya ustedes me entienden...

Adios a nuestro radiante sol de verano recién estrenado y al solar patrio, que iba a constituir durante quince días un deleite en el recuerdo. Muy pronto, a doce mil metros de altura, informan que el vuelo no es directo a Miami, sino que hay que hacer escala en San Juan de Puerto Rico. Irremediable ya, porque ¡cualquiera se apeaba!

Así, pues, la cosa se alarga. De esta forma iban a ser más de ocho horas de vuelo. El tirón intimida un poco, aunque el ánimo viajero mantiene muy viva la ilusión. Almuerzo a bordo, simulacro de siesta, proyección de películas y... muchas ganas de alcanzar América, "donde está -como dice Neruda- el mundo de nuestra lengua y de nuestra grandeza ".

PO FIN, TIERRA A LA VISTA
Sólo azul de mar y cielo. Y demasiada agua. Hasta que la esposa de Jerórimo Molina, como un nuevo y agraciado Rodrigo de Triana, grita ¡tierra!. En seguida sobrevolamos San Juan de Puerto Rico, con un claro sol de media tarde, aun cuando nuestro reloj señala las diez y cuarto de la noche, que son las cinco horas de diferencia solar existente.

Nuevo salto directo a Miami, piedra preciosa de las tierras americanas, donde llegamos al anochecer, deseosos de admirar la bella península de Florida, con su prodigioso marco natural repleto de espléndidas plantaciones de cañas de azúcar, viñedos, naranjales, limoneros y palmerales en profusión asombrosa. El clima es casi espectacular, pues en pleno rigor veraniego llueve varias veces al día, lo que alienta su exuberante vegetación.

Actualmente están en temporada baja, pero perfectamente para un turismo de todo el año, pues el Estado de Florida recibe cada doce meses 23 millones de turistas. Honrando a la verdad diré que, en el aspecto turístico, se las saben todas. Y los dólares quedan allí limpiamente. De eso puedo dar fe.

RECORRIDO POR LA PENINSULA DE FLORIDA
Entre las excursiones efectuadas, tres fueron memorables: Cabo Cañaveral, Walt Disney World y Cypress Gardens. Al Centro Espacial de John F. Kennedy se llega tras delicioso viaje a lo largo de la península para llegar cerca del sur de Daytona.

Participamos en el NASA Tours. Pronto nos familiarizamos con torres de lanzamiento de vehículos, rampas de despegue lunar, plataformas de montaje, cohetes, cápsulas y los Apolo, Saturno y Mercury. Todo hecho a lo grande, con presupuestos fantásticos, correspondientes al programa espacial de EE. UU., en esa exploración del espacio y búsqueda de soluciones a los sueños de la técnica. ¡Ojalá que también encuentren la llave de la paz!

De nuevo al autobús, camino de la ciudad de Orlando, punto intermedio entre el Mundo de Walt Disney y el Jardin de los Cipreses, lugares en los que hay tela cortada para la admiración. De verdad, es inimaginable el inmenso montaje efectuado para la convivencia irreal con los personajes del genio de Walt Disney, que andan sueltos en atracciones sensacionales.

Cypress Gardens, situado en la costa occidental de Florida, en Winter Haven, son unos asombrosos jardines tropicales, con canales y lagos de ensueño, en los que se hacen unas bellisimas y atrevidas demostraciones de esqui acuático.

FONDO Y FORMA DE LA CONVENCION
Retorno a Miami y apertura en el impresionante Convention Hall, de la LVI Convención Internacional de Clubs de Leones. Es increíble: casi medio centenar de millares de socios, representando a veintiseis mil clubs procedentes de ciento cuarenta y ocho naciones y áreas geográficas de todo el mundo, dispuestos a forjar razonablemente los destinos de la asociación en favor del necesitado.

En la tarde inaugural de la Convención, las calles de Miami fueron cauce ferviente del clásico y vistoso desfile internacional, en el que participan las representaciones de todos los distritos.

Sin lugar a duda esto fue lo más emocionante para los españoles. Nuestras esposas desfilaron con la clásica mantilla y la airosa peineta. Nosotros lo hicimos tocados con el sombrero cordobés y traje oscuro. Al frente iba José María Sagone con la bandera española, y a su lado, nuestra embajadora Pilar, ataviada con traje andaluz. Detrás, Juan Andrés y Chiti; Saenz de Ormijana, nuestro director internacional, y Viti. Y a continuación, en fila de tres, los restantes componentes del grupo ya expresado, más los compañeros de Barcelona y Valladolid, Rey y Pérez Tomé, que se unieron en Miami.

Este acto fue, sin duda, el más emotivo para los españoles. Puedo afirmar, sin deslumbre de protagonismo, que el público, apiñado en las aceras, aplaudió con fuerza la bandera española, que nos precedía, vitoreando a la Madre Patria, abrazándonos y vertiendo muchas lágrimas ante el excitado recuerdo añorante de tantas ascendencias familiares evocadas al conjuro de aquellos instantes conmovedores.

Entre los aspectos estelares de la Convención, en la que terminaba su mandato el presidente internacional George Friedrichs, de Francia, para iniciarlo Tris Coffin, de Canadá, dos leones de trayectoria verdaderamente excepcional, figuran las elocuentes palabras de bienvenida pronunciadas por el alcalde de Miami, el discurso del gobernador de Florida y la brillante participación oratoria del vicepresidente de los Estados Unidos Spiro Agnew, desplazado expresamente para presidir el acto, asistencia esta que estimo importante, no solo por su alta representatividad, sino por concurrir las circunstancias de producirse cuando el oleaje del Watergate inundaba los periódicos y el secretario general soviético Breznev rondaba -es un decir- la Casa Blanca.

MOMENTOS CULMINANTES DE LA GRAN ASAMBLEA
Igualmente merecen destacarse la participación de Robert Muller, director del Gabinete del Secretariado General de las Naciones Unidas, que exaltó en brillante parlamento el contenido institucional del leonismo, soporte de un sinfin de obras meritísimas; la presencia de la señora y antigua artista cinematográfica Shirley Temple, quien habló en la sesión de clausura y recibió un reconocimiento especial por su activa labor desarrollada en el campo del control ecológico; las votaciones para elegir los nuevos directores internacionales; el juramento de los electos Gobernadores de Distritos; y el solemne desfile de las banderas de los respectivos países. No hay que insistir en la simpática circunstancia de que la española fuera largamente aplaudida, especialmente por los representantes de todos los países de habla española.

Otro momento culminante de la Convención fue el tributo póstumo rendido al inolvidable león y gran atleta Roberto Clemente, muerto a finales del pasado año en misión de socorro a las victimas del terremoto de Managua. El expresivo panegírico estuvo a cargo del Director internacional Raul Buxeda, de Puerto Rico, asistiendo al emocionante acto la viuda de Clemente, quien en el transcurso de la ceremonia recibió la placa In Memoriam, con dedicatoria del Leonismo internacional a la obra humanitaria llevada a cabo por el que fuera socio del Club de Leones de Carolina.

UNA OCASION PERDIDA
Confieso que en el dio de descanso, después de la clausura de esta Convención, tan ratificamente de nuestra raíz y esencia leonística, perdí la ocasión de negarme a aceptar la invitación que me hicieran, tras visitar los locales, en Miami City, del "Diario Las Américas" y recorrer sus modernísimas instalaciones, para ver "El último tango en Paris". Los que sobrepasamos los cincuenta años creemos no asustarnos de casi nada; pues bien, en el casi puede entrar de lleno esa película, que constituye un flagrante atentado al buen gusto. Porque no es ya sugerir la picardía con matices más o menos artísticos. Las cosas no van por ese camino. Se trata de la repelente guarrería, propia para incluirse en la zoología más asquerosa. Y así ustedes me dirán...

A mi... la verdad... no comprendo cómo un actor de la significación de Marlon Brando se resista a conformarse con su jubilación artística y acepte esa denigrante y ofensiva actuación ante las cámaras, que merece el simple calificativo de despreciable.

MAS RUTAS AEREAS
Después de este desahogo diré que, una vez clausurada la Convención, tan ratificante de la raíz leonística, nos dispusimos para el vuelo a Nueva Orleans, a fin de emprender después la ruta a Nueva York y acercarnos a la última etapa, tras visitar durante dos días la fenomenal ciudad de los rascacielos, al pie de los cuales se siente uno insignificante y como aturdido dentro de su enorme densidad de población, en la que se acusa la tremenda fiebre del consumo, consecuencia clara de una forma de vida, aunque ciertamente todo aquello merece un respeto, como nos repetía una y otra vez Manolo Jordán, haciendo pasar el verbo "respetar" a ese sonoro sustantivo de “un respeto", pronunciado con mucha simpatía.

La única nota desagradable del viaje, la de echarse a temblar, fue la tormenta que nos sorprendió antes de llegar a Nueva York, obligándonos a desviarnos a Filadelfia e imponiéndonos durante algunos minutos un baile furioso, que obligó a cantar más de la cuenta al grupo español. Lo digo sin machismo, pues la procesión iba por dentro. Pero, en fín se distrajo el mal rato, con ánimo decidido, mereciendo una felicitación del comandante de vuelo, expresada por el propio micrófono del avión. Algo es algo.

Agradable en extremo fue la travesía de Nueva York a Madrid, en jumbo de la TWA. Salimos al atardecer, pero íbamos a vivir la noche más corta de nuestra vida, pues cuando era la una de la madrugada, tras limpia amanecida, nos dicen que ya podemos poner nuestros relojes en las seis, que van a servir el desayuno, ya que dentro de una hora se aterrizará en Madrid.

MADRID, ESTACION TERMINO
Y me acerco al final, pues pisamos ya tierra firme y española. Las despedidas resultaron efusivas y ruidosas, entre un tumulto de maletas y abrazos gozosos, después de las dos semanas vividas en compenetración, de familiar encanto, a lo largo de esta inolvidable Convención Mundial de Miami, de la que para terminar estas líneas con signo muy claro, me atrevería a afirmar que todo intento apologístico referente a tan perfecta organización quedaría por debajo, de la realidad, pues están vigentes en ella todos los adjetivos del asombro.

Y hasta la próxima, si Dios quiere, que por mí no ha de quedar.

Fotos: Don Juan Andrés Melián, Gobernador del Distrito 116 con el pasado y actual respectivamente Presidente Internacional del Club de los Leones.

Realizado 07/06/2010 copiado del "Leonismo Español" del Año III 1973/74 , Núm. 1