Convención Internacional Tokio 1978

CONVENCIÓN INTERNACIONAL DE TOKIO (JAPON)

UNA CONVENCION INOLVIDABLE

Las sesiones de trabajo de la Convención se celebraron en el Nippon Budokan Hall, monumental palacio de congreso, cuya cabida excede a las diez mil personas. En la solemne inauguración dió la bienvenida el gobernador de Tokyo, doctor Riskichi, contestándole el secretario general de la Convención. Después se celebró la brillante ceremonia del desfile de las banderas de todos los países de la completa extensión leonística, y posteriormente variadas intervenciones artísticas de música y danza japonesas.

Durante el magno congreso de Lions International, cuyas inscripciones superaron las treinta y dos mil, se desarrollaron numerosos seminarios de actividades programadas dentro del fondo de servicio que corresponde a nuestra filosofía.

La elección de tercer vicepresidente, a dirimir entre los candidatos: don Carlone y Murakani, íntimamente conocido éste por Kay. El primero es americano, de origen italiano, y el segundo japonés. Las votaciones constituyeron una provechosa lección leonísitca, ya que el grupo que patrocinó la candidatura del americano equivocó el camino, al querer basar la defensa en contraponer su personalidad de manera demasiado directa y en desdoro para el adversario, lo que produjo un aumento de simpatías hacia el japonés, que ganó por una gran diferencia de votos.

En la sesión de clausura se efectuó la proclamación de nuevos Gobernadores de Distritos, entre ellos el del 116, nuestro entrañable compañero del Club de Tenerife, Enrique García Melón. La tradicional ceremonia de desprender de su emblema de líder la cinta morada que da efectividad a su mandato, resultó muy emocionante, pues fue su propia esposa Mary Carmen, por cesión de nuestro pasado Gobernador inmediato José María Sagone, la que procediera al simbólico tirón.

Pronunció después el discurso de despedida el presidente internacional saliente McLoughlin, quien hizo elocuente referencia a los resultados obtenidos durante el año último, tan importante en el orden interno en cuanto a brillante reconstitución como en el de extensión leonística en todo el mundo.

A continuación, el presidente entrante Ralph A. Lynan, de Michigan, expuso el programa para el próximo ejercicio, con los entusiastas propósitos muy bien cimentados para su inmediata puesta en marcha. Los dos presidentes fueron cariñosamente aplaudidos.

Quedó también convenientemente ratificado que para 1979 será Montreal (Canadá) el escenario de la 62 Convención Internacional. Y después dieron los resultados completos de las votaciones tanto para cargos como para reglamentaciones, las cuales habían terminado hora y media antes, circunstancia hecha posible mediante el montaje de ordenadores electrónicos que agilizaron los resultados de tan sorprendente manera.

He dejado deliberadamente para final del comentario a esta memorable Convención de Tokyo, la gran Parada internacional, en la que desfiló la representación española, compuesta por más de medio centenar de participantes, entre damas y leones, con nuestros gobernadores entrante y saliente al frente de la misma, así como nuestro pasado director internacional. Fue en extremo impresionante ver cómo los japoneses aplaudían y vitoreaban a la bandera española.

Nuestra embajada constituyó, pues, un grupo estrechamente unido, con la suerte de que nos acompañara el Padre Vicente Cruz, un gran león que acababa de desempeñar la secretaría general del Gabinete, y a quien gozosamente proclamamos desde entonces capellán del Leonismo hispano, pues complace reseñar que en la tarde de cada sábado nos oficiaba la misa, con devota asistencia de todos los componentes del grupo.

En la noche correspondiente a la víspera del último vuelo, se organizó en su honor una simpática reunión de despedida, en la que se le hizo entrega de un obsequio como cariñoso recuerdo ofrecido por todos los compañeros. De verdad que resultó muy aleccionador y representativo el sencillo y cordial homenaje.

Finalmente, quiero destacar también, por agradable y significativo, el desayuno de confraternidad celebrado con los leones de Puerto Rico, en el Grand Palace de Tokyo. Asistió el pasado presidente internacional Jorge Bird, quien tanto tiene que ver moralmente con el Leonismo español. Nos pronunció una deliciosa charla llena de gracejo y hondura referente a nuestra asociación de servicio. Hablaron los directores internacionales de Puerto Rico, Lugo Silva; de Africa y Asia del suroeste, Dennis Greyvensteyn, y de España, nuestro pasado director internacional Sáenz de Ormijana, así como los tres gobernadores españoles asistentes, y miembros del Gabinete del área portorriqueña. Todo acusó, en suma, gran satisfacción y estuvo penetrado de sincera hermandad.

Por PGD Antonio Bueno Muñoz

Delegación española en el desfile en la Convención Internacional de Tokio en 1978

Foto de grupo justo antes o después del desfile en la Convención Internacional de Tokio en 1978

Delegación española en el desfile en la Convención Internacional de Tokio en 1978

Realizado 21/12/2009