![]() Aquí tenéis un relato de la experiencia vivida en Sri Lanka. Salí de España el día 30 de noviembre, llegando a Sri Lanka el día 1 por la tarde. Esta tarde descansé algo en el hotel, aparte de dar una pequeña vuelta en un Tuc-Tuc, medio de transporte local, fue una experiencia "diferente". Son como unas motos con tres ruedas, y van como locos por todas las callejuelas, son camicaces potenciales. Por la noche cené con los dos compañeros Leones, responsables de las obras de construcción para los damnificados del Tsunami (nombrados por nuestra Asociación). La mañana siguiente, muy temprano partí hacia el sur de Sri Lanka, ya que nuestras casas están construidos en la provincia de Hambantoto. Las carreteras son caóticas y el respeto a las normas de circulación es inexistente, la verdad es que se pasa mal. Para hacer algo menos de 200 kilómetros, tardamos casi 6 horas. Hay muchos controles policiales, por el terrorismo, de hecho el día que llegué hubo un atentado con 16 fallecidos, cerca del hotel donde me hospedaba en Colombo. Después de la aventura, fui recibido por los socios del Club de Leones de Embilipitya, ellos fueron los responsables en realizar este proyecto de construcción. Estuvimos hablando un rato, para planear estas jornadas de trabajo y partimos enseguida hacia las casas. Después de unas palabras de bienvenida y agradecimiento por parte del Presidente de la Comunidad, los miembros del Club de Leones de la localidad y mías, pasamos a visitar cada una de las casas. Este proceso tardó tres días, ya que me paré en cada una de las casas, hablé con las familias y me interesé por lo que hacían en el pasado, quienes ocupaban las casas y cual era su trabajo actual. Hice por lo menos dos fotos de cada casa, una en la entrada con el nombre del Club con su familia y otra más lejos, con la familia y la casa en el fondo. Cuando la casa tenia algo destacable, hacia más fotos, para poder hacer un reportaje más amplio del conjunto. Muchas veces las personas que ocupaban las casas tenían caras muy interesantes o había algo particular del jardín o en la casa. Digo esto, por que en la mayoría de los casos, las casas estaban absolutamente vacías, tenían una cama (para todos) y unas sillas de plástico. Los más afortunados tienen una estantería o una mesa. Por supuesto ninguno tiene un frigorífico, ni electrodoméstico alguno, ni siquiera he visto un solo sofá......... Y como gran lujo creo haber contabilizado 3 o 4 viejos televisores y algún que otro radio. Había muchos niños, y casi no se veían juguetes, me llamo poderosamente la atención que un niño tenia una bicicleta, y por supuesto era una parte importante de la familia, y me lo puso en primer termino cuando hice la foto de la familia. El segundo día me dedique todo el día, desde las ocho de la mañana hasta la noche, visitando casas y haciendo fotos, los únicos descansos era para beber agua de coco, que vendían algunos de los locales. Y el último día terminamos de hacer las fotos al medio día, y por la tarde fuimos de compras para adquirir los productos que se iban a entregar. Después de las compras, volvimos a las casas, para hacer entrega de todo, terminamos casi a las 11 de la noche. Quiero reiterar la ayuda recibida por los Leones de Sri Lanka, sin ellos, no hubiera sido posible hacer todo lo que he hecho, han estado conmigo en todo momento, han dejado su trabajo para estar pendiente de mí, realmente estoy muy agradecido. Además de las cosas compradas con el dinero donado por el Club de Arguineguín Mogán (que mencioné en el correo anterior), compré unos estuches con lápices con otros útiles para el colegio y pinzas para el pelo, para las niñas que cantaron cuando llegue. En la despedida me volvieron a cantar más canciones, salí con el corazón roto, os aseguro que tuve que contener mis emociones. No quería irme, ahora comprendo como hay gente que dejan todo y se dedican a ayudar a los demás, es tremendamente gratificante. También compré dos lámparas para dos chicas que estudian muy bien, una ha sido elegida por su colegio como la mejor estudiante. Ella perdió a su padre y la madre trabaja como jornalera para poder subsistir. Además cuando visité una de las casas no pude conocer la familia, ya que ella estaba dando luz este mismo día, así que decidí comprar una caja con todo lo necesario para un recién nacido, pude entregarlo a la abuela y padre en la última noche (Vean al foto lleno de alegría). Próximamente habrá un 3º capítulo, tengo muchas historia que contar, os deseo todos unas Felices Navidades y Prospero año nuevo. |
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Fecha del Correo 23/12/ 2007 |