![]() Con os dije antes, ya muchas historias que contar, en una de las casas me encontré que el salón estaba llego de trozos de madera que la señora había recogido. Le pregunté para que quería tanta madera y porque la guardaba en su casa. Pues, era para hacer una hoguera en honor de su marido en Hambantota, fallecido por causa del Tsunami. Por lo visto es costumbre hacer esta ceremonia en el aniversario y como saben la tragedia fue en el mes de diciembre. Había un hombre mayor que yo le llamada el ”Abuelo Guay”, donde iba aparecía el hombre, tenia una cara muy interesante y le hice muchas fotos (su foto apareció en mi correo anterior). Sus hijos regentaban una pequeña tienda de té, y perdieron absolutamente todo. Era curioso ver que un porcentaje alto de los que poseen nuestras casas, tenían pequeños puestos en el mercado, se ve que la ola arrasó con sus pequeños negocios, de hecho muchos tenían puestos de pescado o verdura. Otro hombre quedó invalido y su mujer le abandonó, actualmente vive solo y tiene que ir en una silla de ruedas a una gran distancia diariamente para poder vender lotería (algo parecido a la ONCE). Sale muy temprano por la mañana y no llega hasta la noche, de hecho tuve que esperar hasta la noche para poder fotografiar su casa. Uno de los problemas que tienen todos, es que las casas están construidas en el medio del campo, muy lejos de cualquier poblado. Los niños tienen que ir muy lejos al colegio y las señoras, igualmente para poder hacer sus compras. Otro caso llamativo era una mujer muda, que también pedio su marido por cuasa del tsunami, vive en su casa, con su padre y un hijo de 2 años. Ella fue una de las que recibió una maquina de coser. No se pueden imaginar las muestras de agradecimiento que dio esta mujer, me hizo sentir apenado y aun hoy tengo la imagen de ella en mi retina. Es realmente tremendo, por tan poco dinero lo muchísimo que podemos hacer y lo agradecidos que están. Uno de los casos más dramáticos que he visto es de un joven estaba conduciendo un autobús, cuando llegó la ola. Esta ola volcó el autobús, y el accidente hizo que se lesionara la columna vertebral de una forma irreversible, dejándolo parapléjico. Cuando le pregunté como se ganaba la vida, me enseñó que una de las habitaciones de la casa la había convertido en una tienda. La tienda tenia una pequeña estantería con cuatro productos para vender, además de un pequeño puesto en la carretera donde vende cocos y algo de fruta. No podía creer que alguien pudiera vivir con esto. Decidimos ayudarle de una forma más practica y compramos comida por valor de 100 euros, para que él la pudiese vender y hacer que su negocio prosperara. No se pueden imaginar la cantidad de cosas que pude comprar por esta cantidad de dinero, entre otras cosas un saco de 50 kilos de arroz. Como broma, le dije que él iba ser mi socio, y que dentro de unos años iba a volver a ver como había progresado nuestro negocio y cobrar mis dividendos, y si no había prosperado, me tenia que devolver mi inversión. (Su foto está en el primer correo que envié) Otro matrimonio han construido enfrente de su casa, un local de adobe y techo de paja (construcción típica de este país), donde han instalado un pequeño negocio de alimentación. Está muy bien hecho (vean al foto), realmente muy curioso y admirablemente emprendedor, por su parte. Tienen muy pocos productos a la venta, pero están empezando, tengo la curiosidad de verlo dentro de unos años, tengo la sensación que ellos van a progresar. Ella está embarazada, y espera su segundo hijo para abril. PDG
Luis Domínguez Calderón |
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Fecha del Correo 30/12/ 2007 |